Como he contado en más de una ocasión leo en voz alta a mis tres hijos (que ahora mismo tienen 11, 8 y 5 años). Con el mayor durante mucho tiempo habíamos seguido el sistema de escoger alternativamente el libro a leer, una vez escogía él, la siguiente yo. Desde hace un tiempo su capacidad lectora es tal que puede leerse los libros que le atraen sin ningún problema, de hecho ya nos ha pasado este año en dos ocasiones (con La Isla de Bowen y con Ready Player One) que el libro que le estaba leyendo en voz alta le ha enganchado tanto que se lo ha acabado leyendo el por su cuenta porque quería leerlo más rápido.
Así que hemos pasado a que escojo yo siempre los títulos a leer en voz alta. A él le gusta leer sobre todo libros de fantasía, ciencia ficción y aventuras, así que yo aprovecho para leerle libros de otros géneros que pienso que le van gustar y también clásicos, algunos de los cuales yo tampoco había leído hasta ahora.
Y así fue que llegamos a Matar un ruiseñor, un clásico de la literatura americana que yo tenía ganas de leer y que me pareció una lectura apropiada para reflexionar sobre el movimiento de Black Lives Matter.
Argumento: La historia se sitúa en la ciudad de Maycomb en el estado de Alabama y la cuenta una niña, Scout, huérfana de madre,que vive con su hermano, Jem y con su padre en dicha ciudad. Scout narra sus veranos con su hermano y con su amigo Dill, la fascinación que ejerce sobre los tres su extraño vecino Boo Radley, que nunca sale a la calle. El padre de Scout, Atticus, es abogado, y le encargan la defensa de un hombre de raza negra llamado Tom Robinson, falsamente acusado de violar a una joven mujer blanca. Ante este hecho Scout, Jem y Dill tienen que enfrentarse a los prejuicios raciales de los vecinos de Maycomb.
Curiosidades sobre la novela:
Matar un ruiseñor se publicó en 1960, obteniendo un éxito instantáneo, haciendo ganar a su autora, Harper Lee, el premio Pulitzer el año siguiente y convirtiéndose en un clásico de la literatura americana. La novela está inspirada en las observaciones de la autora sobre su familia y sus vecinos, así como en un incidente ocurrido cerca de su ciudad en 1936, cuando tenía 10 años de edad. Fue adaptada al cine en 1962, con Gregory Peck en el papel de Atticus, siendo nominada la película a 10 premios Óscar, de los que consiguió 3. Matar un ruiseñor fue la primera y única novela publicada de Harper Lee hasta el 15 de julio de 2015, cuando se publicó Ve y pon un centinela, borrador que inicialmente no fue publicado y que narra el regreso de Scout, vecina de Nueva York, a Maycomb, su pequeña localidad natal.
Nuestra experiencia:
Yo no había leído con anterioridad Matar un ruiseñor y tampoco recuerdo a ver visto la película, aunque conocía a grandes rasgos el argumento. Ha sido una lectura muy interesante para compartir con mi hijo mayor, que a dado lugar a muchas conversaciones. El momento del libro en el que el jurado da el veredicto sobre si consideran a Tom Robinson culpable o inocente de la violación, nos dejo a ambos en silencio por unos instantes.
La novela trata temas duros: injusticia racial, violación, maltrato, pero no de una manera morbosa. En nuestro caso como digo ha dado pie a muchas conversaciones. La parte del juicio a Tom Robinson se inicia hacia la mitad de la novela, y antes, cuando Scout cuenta, desde sus ojos de niña, su verano en Maycomb, me pasó tener un par de veces a mi hijo mayor y a la mediana, que escuchó partes de la lectura, enganchados en su relato, y como me paso cuando les lei Las Aventuras de Tom Sawyer me dí cuenta del poder de los clásicos, que consiguen atrapar en sus historias a niños nacidos tanto tiempo después de que estas fueran escritas.
Hace poco se ha publicado una versión en comic, aunque nosotros hemos leído la novela.
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