jueves, 16 de enero de 2020

Pequeña introducción a la idea de lectura involuntaria

¿Qué es la lectura involuntaria? La lectura involuntaria es mi traducción de "captive reading" una idea que conocí a través de Adam Beck autor del libro Maximize Your Child's Bilingual Ability y del blog Bilingual Monkeys

Como Adam Beck explica en este post la lectura involuntaria es "una estrategia para aumentar la exposición de un niño a material de lectura". La idea es poner textos en lugares donde uno se sienta atraido a leerlos, y Adam Beck propone por ejemplo poner textos en las paredes del baño, porque ¿quién no se ha encontrado en un baño público leyendo las pintadas que otros han dejado en la puerta? Cuando empecé a leer sobre la lectura involuntaria enseguida me acordé de las campañas de fomento de lectura en el metro de Madrid, donde en las paredes de los vagones había carteles con pequeños fragmentos de novelas, que yo leía en mis viajes en metro a clase. 


¿Qué relación tiene la lectura involuntaria con el bilingüismo? Fomentar la lectura, dependiendo del carácter de cada niño no es siempre tarea fácil. Y en un caso como el nuestro, en el que mis hijos crecen bilingües con dos idiomas, el idioma mayoritario, alemán, idioma del país donde vivimos y en el que mis hijos asisten a la escuela y uno minoritario, el español, que es mi idioma materno, la lectura en este idioma minoritario es fundamental para el desarrollo del mismo. 

En cuanto los peques aprenden a leer uno se da cuenta de como el idioma mayoritario domina su dia a dia, todos conocemos esa fase en las que lo escrito de pronto adquiere sentido y los peques van leyendo todo lo que se les pone delante, sea el cartel publicitario de una valla, una pintada en una pared o el texto de la caja de cereales. Y en un contexto como el nuestro, a no ser que hagamos algo para cambiarlo, todos esos textos estarán en el idioma mayoritario. 


Cómo usamos nosotros la idea de lectura involuntaria

Tengo por las paredes de casa distintos textos: algunos que cambio con bastante regularidad y otros que están puestos de manera más o menos permanente. Entre los textos que cambio con regularidad están relatos cortos, adivinanzas, chistes, artículos de internet sobre algún tema que interese a mis hijos, acertijos matemáticos, poemas, citas. Los que tengo de manera más permanente son citas de libros  poemas que me gustan especialmente y textos tipo "reglas de esta casa".

Aparte de eso a los dos mayores, que ya saben leer, les pongo en la caja que llevan al cole con el desayuno cada día un mensajito como conté en este post.

Mi experiencia hasta ahora: aunque a veces no lo parezca, el material que pongo para la lectura involuntaria es leído, a veces hasta por mi marido ;-) La lectura involuntaria es una herramienta más poderosa de lo que parece en un principio. Me ha ocurrido por ejemplo leer un libro a mi hijo y que me interrumpiera para decirme "eso que acabas de leer es lo que pone en el poster de abajo". ;-)


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